La vida como un mandala

4.1.09
Toda nuestra vida, todas las acciones tan importantes o inanes que realizamos, las decisiones, los errores, las dudas, todo son ideas, palabras en el aire.

Y contemplo esos trabajos tan delicados y preciosos, que hacen los monjes tibetanos, los mandalas.









Se concentran en su realización al máximo para, al final, contemplar la belleza de lo creado y ... en un instante hacerlo desaparecer.

Un buen ejemplo de que por mucho que queramos no nos llevaremos nada de este mundo. Una forma de estar en la vida, a la vez ligero de equipaje y entregándose al máximo...

Primero

He tenido la fortuna de encontrarme en la vida con un amigo al que la diferencia de edad entre nosotros no le ha importado para crear precisamente ese vínculo de amistad.

He tenido, como tantos ciberhumanoides, varios blogs de funcionamiento errático. Los he cerrado, ya muertos de inanición por desilusión. Y hoy doy luz éste. Lo hago con la sensación de que mi amigo me mira sonriendo. Soy de los que hacen un blog por cada idea que se me ocurre... es una neura de creatividad loca, y bastante inútil, que intentaré domar.

Es cierto que siento la necesidad de volver a este ejercicio de comunicación y narcisismo porque mi amigo se va... y quiero que sirva de puente entre nosotros. Y si lo hago bien es posible que otros amigos surjan a través de este blog de fotografía y palabras. Él dice que lee algún blog de gente que no conoce porque son interesantes, porque están bien escritos. No hago el mío por celos, sabe que me gustan las mujeres. Espero estar a la altura y que me lea.

En cualquier caso también es cierto que una de las principales razones para escribir, es intentar poner algo de orden y coherencia en la vida.


Para mis amigos, para mis amigas, para mis amores, para mí mismo... este blog.
(Pero no dejo de preguntarme si no estamos de verdad en Matrix)